La gestión de fondos en un emprendimiento social
«Un negocio que no hace otra cosa más que dinero
es un negocio pobre».
Henry Ford
Ya hemos definido un emprendimiento social como un negocio, con o sin fines de lucro, que busca solucionar una problemática que afecta a la sociedad o el ambiente y cuyo propósito – la transformación social y/o ambiental – es el motor de todas sus acciones. Hemos visto también que se encuentran en todo el territorio peruano, que en la mayoría de los casos responden a un Objetivo de Desarrollo Sostenible – o varios- y que algunos de ellos están en camino a ser las grandes empresas del futuro.
No obstante queda una pregunta en el aire. ¿Cómo se financian los emprendimientos sociales? Empezar un negocio nunca es fácil y buscar el financiamiento suele ser una de las partes más retadoras de todo emprendimiento que busque ser rentable en el futuro. Existen, eso sí, diversas formas de financiarse.
“En los inicios, las organizaciones que querían aliviar algún dolor de la sociedad, eran llamadas organizaciones sociales. El problema era que podían tener el mayor de los impactos, pero no tenían ningún brazo financiero ligado a la sostenibilidad”, explica Javier García Blásquez, Coordinador del Programa Protagonistas del Cambio.
Tejiendo Puentes, la iniciativa de Maribel Zapater que busca acercar personas y entidades que tienen la misión de generar un impacto social y ambiental en el Perú, es una de las organizaciones aliadas de Protagonistas del Cambio. Ha elaborado un cuadro con las diversas formas de financiamiento que existen, desde las Organizaciones No Gubernamentales híbridas, que combinan donaciones y alguna actividad comercial, hasta las empresas sociales propiamente dichas.
Entre los diversos modelos de empresas y sus formas de financiarse se encuentran:
ONG Híbrida – Organizaciones que obtienen el financiamiento para llevar a cabo sus programas sociales no solamente mediante la recepción de donaciones y subsidios, sino también desarrollando una actividad comercial propia. Recidar es un excelente ejemplo de una ONG híbrida, pues combina un modelo de negocios tradicional con la presencia de una ONG aliada, del mismo grupo, que le permite recibir las donaciones, por ejemplo. Gracias a este modelo, ha logrado impactar a más de 200 mil personas desde que inició sus operaciones.
Cooperativas – Agrupación de personas unidas voluntariamente para empezar un negocio que genere beneficios sociales a todos sus miembros y/o a su comunidad. La Cooperativa Agraria Norandino, por ejemplo, reúne a unos 7,000 productores de café, cacao y panela peruana en el mundo y atienden la demanda de exigentes mercados. ONGs como CARE trabajan para fortalecer cooperativas en campos como el agropecuario, las artesanías, la pesca y otros, en los que grupos de microempresarios se hayan aliado por objetivos comunes.
Microfinancieras – Instituciones que, con una transparente intención social, le prestan pequeños créditos a personas con poca o escasa capacidad económica – que no son candidatos a préstamos convencionales – para empezar su negocio propio y salir de la pobreza. El Banco del Estudiante Bartselana, por ejemplo, ofrece financiamiento a cambio de residuos que reciclan y su modelo de negocio se basa en el microcrédito.
Modelo Yunus – Más que un modelo, es el nombre del empresario indio que propuso la creación de un sistema de microcréditos para microempresarios en la India y cuyo modelo de negocio implica reinvertir el 100% de las ganancias en ayudar a otros. Se trató de una empresa que nació para solucionar un problema social recurrente mediante una solución innovadora. Esta empresa tiene un claro objetivo, misión y visión social y es económicamente sostenible debido a su actividad comercial. En el Perú no existen emprendimientos que sigan este modelo al pie de la letra, pero se reconoce a Yunus como el precursor en este tipo.
Modelo Social – Al igual que el modelo Yunus, busca solucionar un problema social y cuenta con un enfoque que busca la sostenibilidad económica, pero, en este caso, sus dividendos se reparten entre sus accionistas. Un ejemplo es Shulka, que en quechua significa “la última hija”, una palabra muy usada en Cajamarca, donde se gestó este emprendimiento. Shulka elabora objetos con materiales que, de otra manera, habrían sido desechados, para generar objetos artísticos y utilitarios, que luego vende. Para poder multiplicar esta labor en las siguientes generaciones, su gestora, Deisy Lara, aprovecha su trabajo de docente en una escuela pública para enseñar a más de 500 niñas la importancia de trabajar con material reutilizado y de cuidar su planeta.
Empresas con propósito social – Empresa creada que parte del respeto, conciencia y compromiso por las personas y naturaleza. Luchan por conseguir el triple impacto (económico, social y ambiental). Pixed, es un buen ejemplo de una empresa con propósito social, ya que dentro del modelo económico que propone, su razón de ser es resolver un problema social específico, la falta de prótesis a bajo costo. En este modelo, podemos incluir a Jarabe de Clown y a la Revista Consejos, que tienen claro su público objetivo. La primera es una asociación civil sin fines de lucro que diseña proyectos de intervención urbana con metodología clown, mientras que la segunda es una publicación que brinda información de interés en salud, familia y educación.
¿Por qué no hemos incluido los modelos de donaciones o de financiamientos externos? Porque cabe resaltar que un emprendimiento social es un negocio, que busca generar sus propios ingresos bajo un modelo de negocio y salir del modelo basado en recibir dinero de forma externa. Así, dicha estrategia no entraría en lo correspondiente a un emprendimiento propiamente dicho.