La universidad muchas veces es estresante. Los estudiantes lidian con cursos, los cuales se hacen cuesta arriba a partir de la semana 5, sin contar, además, el encuentro con personas que hacen de ese bache una tortura sin final. Existe para ellos una solución que alivia el estrés y el desorden emocional: estamos hablando de las actividades extracurriculares. Pero, ¿de qué modo nos pueden ayudar? ¿Acaso serán útiles para nuestro futuro personal?