La escalera del emprendedor social peruano
Sofía Rubio creció cerca al bosque y esos fueron sus mejores años, cuenta la breve biografía en su página oficial. Como bióloga tiene como misión, desde que era estudiante, crear estrategias para convertir a la conservación de la naturaleza en un negocio rentable. Su proyecto se llama Shiwi y empezó con una propuesta muy sencilla: producir castañas de forma sostenible. Hoy cuenta con más de cincuenta productos, desde aceite de coco y castañas hasta cerveza artesanal.
¿Cómo logró una marca como Shiwi ser lo que es hoy? Sin duda, el camino es largo y de mucho esfuerzo. Y la clave se encuentra en lo que llamamos la “escalera del emprendedor social”, una serie de pasos lógicos que si se llevan a cabo con orden, paciencia y mucho empeño pueden contribuir a que un emprendimiento salga de la incubadora y se convierta en un caso de éxito.
¿Qué es la escalera del emprendedor social?
Definitivamente, el camino es largo y arduo, pero no imposible. La escalera del emprendimiento social se puede resumir en cinco pasos que van desde la inspiración hasta la consolidación.
A continuación, detallaremos los pasos que sigue este camino, en base a la experiencia de trabajo de Protagonistas del Cambio:
1- Inspirar, proyectar, explorar – Como lo dice su nombre, el primer paso incluye la inspiración, es decir la primera idea derivada del problema que los emprendedores deciden resolver. Esta primera idea se convierte en una proyección hacia el futuro y dirige hacia una exploración de las diversas opciones que pueden resultar de esa primera idea.
2- Prototipar el Producto Mínimo Viable (MVP) – Una vez que la idea está definida, hay que armar un prototipo y ponerlo a prueba. Por lo general, el primer prototipo tendrá errores y deberá ser refinado varias veces hasta obtener un primer producto, que se conoce como el Minimum Viable Product (MVP) o “Producto Mínimo Viable”.
3- Visibilizar, networking, pivotear, validar – Ya con un producto mínimo con la viabilidad correcta, es momento de ponerlo a prueba con otras personas. Cuando un producto funciona, y otras personas lo reconocen, inicia un proceso de visibilización que se refuerza con el networking. En este punto se trata de participar lo más posible en reuniones, encuentros y grupos de pares, en los que se pueda hacer los contactos necesarios para empezar a crecer. Así, poco a poco, se alcanza la validación del producto inicial, lo que pone a un emprendimiento en el mapa.
4- Impulsar, articular, crecer – El networking permite llegar a un tema importante: el impulso de la marca. Es en este punto que los esfuerzos se van articulando, un producto exitoso lleva a un segundo, un tercero y a la larga una miríada de productos bajo una marca establecida. Poco a poco, la marca empieza a crecer, se desarrolla y logra sus objetivos.
5- Consolidar, proveer impacto (B2B o B2C) H2H – La consolidación de una marca pasa por este último escalón, en el que las relaciones se transforman y transitan hacia el B2B (Business to Business), el trabajo hacia otros negocios; al B2C (Business to Consumer), es decir hacia los consumidores directos; y, por supuesto hacia el H2H (Human to Human), o de persona a persona.
El camino del emprendimiento es un camino de esfuerzo y mucha dedicación. Por ello, tener los conceptos claros es fundamental para lograr que tus ideas iniciales te lleven a ser un protagonista del cambio.