Egresado es reconocido en International Academy for Arbitration Law en París: Julio Olórtegui cuenta su historia
Julio Olórtegui, egresado de la Facultad de Derecho y asociado del estudio Bullard Falla Ezcurra+ nos cuenta su experiencia en distintas competencias internacionales de arbitraje junto a la UPC y hoy como participante en el programa International Academy for Arbitration Law en París.
- Sabemos que participaste en distintas competencias internacionales de arbitraje junto a la UPC. ¿Cómo fue tu experiencia?
Si bien participar en estas competencias significó sacrificar muchísimas horas de sueño, puedo afirmar sin lugar a duda que los moots de arbitraje fueron la mejor experiencia académica que tuve durante mis seis años de carrera.
En este sentido, tuve la suerte de representar a la UPC en tres competencia internacionales. En la VII (2014 – Lima, Perú) y VIII (2015 – Santiago, Chile) edición de la Competencia Internacional de Arbitraje Comercial organizada por la Universidad de Buenos Aires y Universidad Rosario de Bogotá, así como en la VIII (2016 – Madrid, España) edición de la Competición Internacional de Arbitraje y Derecho Mercantil organizado por la Universidad Carlos III de Madrid.
Es en estas dos últimas competencias donde, gracias a la increíble dirección de nuestra entrenadora principal, Elvira Martínez Coco, nuestros coentrenadores, entre los que se encontraba Jorge Lopez Fung, y al excelente trabajo en conjunto de todo el equipo, pero por sobre todo de nuestras oradoras estrella, Sonia Queija y Lucero García, pudimos ganar en nombre de UPC el primer puesto en ambas competencias.
Participar en estas competencias representó una etapa decisiva en mi vida universitaria. Es gracias a éstas que reafirmé mi amor por la abogacía, así como mi pasión por el derecho arbitral, área del derecho a la que me dedico hoy en día.
- Además, cursaste un intership en las oficinas de París de la firma Dechert LLP ¿Cómo lograste postular y de qué trataba el programa?
Como parte de los premios por haber ganado la VIII edición de la Competencia Internacional de Arbitraje Comercial, el comité organizador le otorgó al equipo tres pasantías en estudios extranjeros. Una en el estudio argentino Perez Alati, Grondona, Benites & Arntsen (PAGBAM) y dos en las oficinas de París de Dechert. Sonia Queija escogió ir a PAGBAM, Lucero García tomó una de las pasantías en Dechert y yo gané, por sorteo con los demás miembros del equipo, la pasantía restante.
Si bien solo trabajé en Dechert de enero a marzo de 2016, la experiencia fue tan interesante que, en perspectiva, pareciese haber sido muchísimo más tiempo.
Desde un punto de vista profesional, mi paso por Dechert marcó un hito para mí, al permitirme tener un primer acercamiento al mundo del arbitraje de inversiones (formé parte del equipo de defensa de un Estado latinoamericano frente a la demanda de un supuesto inversionista canadiense ante la Corte Permanente de Arbitraje de la Haya). Además de esto, fue verdaderamente enriquecedor el poder apreciar de primera mano cómo funciona un estudio de alcance global, todo lo que invierten en tecnología y en capacitación de sus abogados.
Desde un punto de vista personal, trabajar en Dechert me permitió conocer excelentes personas, desde mis compañeros pasantes, asociados y socios, con quienes pese al paso del tiempo y la distancia sigo manteniendo contacto continuo, ya sea vía correo electrónico o, dada la oportunidad, en algún evento de arbitraje dentro o fuera de Perú.
- Cuéntanos sobre tu participación en el International Academy for Arbitration Law (Arbitration Academy)
Mientras estuve de pasantía en Dechert me enteré de este curso organizado por el Comité Francés de Arbitraje, el cual es dictado en la ciudad de París todos los años en el mes de julio. Es un curso de verano intensivo de tres semanas en arbitraje internacional comercial y de inversiones, el cual recibe postulaciones de personas de todos lados del mundo, entre los que se puede encontrar desde estudiantes de pre grado, hasta estudiantes de doctorado o practitioners con varios años de experiencia.
Desde el inicio del curso me quedó claro que sería una experiencia sumamente enriquecedora. Por el lado académico, la Secretaría cuidó que el currículum del curso fuese sumamente variado, impartiendo clases teóricas sobre las principales discusiones actuales en materia de arbitraje internacional, clases técnicas sobre, por ejemplo, cálculo de daños en el arbitraje internacional, así como clases prácticas sobre cómo llevar arbitrajes bajo la administración de la ICC, el ICSID, la PCA o el HKIAC.
En el mismo sentido, el lado social no se quedó atrás. La Secretaría del Arbitration Academy se encargó de armar hasta tres cocteles a los cuales invitó a los principales estudios de París, creando así una oportunidad invaluable para hacer networking.
Finalmente, una de las cosas que me pareció más interesante fue el concurso de ensayos que se lleva a cabo todos los años en medio del curso, el cual consiste en redactar un paper sobre un tema obligatorio asignado por la Secretaría. Como este año se conmemoraban 60 años de la entrada en vigencia de la Convención de Nueva York sobre el Reconocimiento y Ejecución de Laudos Extranjeros, el tema del ensayo para esta edición fue si se debía o no modificar la Convención de Nueva York. Me anime a participar y tuve la suerte de ser honrado por la Arbitration Academy con el “Honorable Mention of the prize for the Laureate of the Academy” por mi ensayo sobre las razones por las cuales no creo necesario revisar o modificar la Convención de Nueva York.
- ¿Cuáles son las cosas que más rescatas de esta experiencia?
Dos cosas. La primera, el permitir darme cuenta lo mucho que aún me queda por aprender sobre arbitraje comercial y de inversiones. Es sumamente gratificante ver que el derecho arbitral es significativamente más amplio de lo que creía, lo cual deja aún una curva de aprendizaje inmensa que puedo aprovechar.
La segunda, el haber conocido personas que en tan solo tres semanas se han hecho amigos para una vida, con los que no solo converso todos los días pese a la distancia, sino también coordinamos constantemente distintos proyectos académicos. Es muy gratificante haber conocido tantas personas con las mismas pasiones y metas tanto profesionales como académicas.
- Explícanos en qué consiste el «Lima Very Young Arbitration Practitioners” ¿Qué te motivó a lanzar esta proyecto y de qué trata?
El Lima Very Young Arbitration Practitioners – LVYAP es un proyecto que iniciamos en noviembre de 2017 conjuntamente con seis amigos más, José Luis Repetto (Miranda & Amado), Andrea Espejo (Echecopar – Baker & Mckenzie), Gonzalo Chirinos (Rodrigo, Elías & Medrano), Manuel Ferreyros (Rebaza, Alcázar y de las Casas), Jorge Lopez Fung (ex PPU) y Lucero García (SICRESI) (estos dos últimos también ex alumnos de la UPC). Lo que nos motivó a lanzar LVYAP fue, a nuestro criterio, la poca participación que tienen los jóvenes hoy en día en el desarrollo del derecho arbitral en el Perú. Frente a esto, en lugar de tener una actitud pasiva y quedarnos a la espera de que algún día nos llegue una invitación para formar parte de un panel o escribir un artículo, decidimos formar nosotros una asociación cuyo objetivo principal es brindar a abogados jóvenes (menores de 35) una plataforma para desarrollarse académicamente en el mundo arbitral, teniendo también un fuerte enfoque en el networking.
Después de meses de arduo trabajo, LVYAP vio oficialmente la luz el 16 de agosto de 2018 con nuestro coctel de lanzamiento, al cual asistieron abogados de los principales estudios de Lima, así como de entidades del Estado como el SICRESI y el Tribunal Constitucional. En este evento presentamos nuestros objetivos y eventos a futuro, asumiendo el compromiso mantenernos como una asociación seria y de primer nivel.
Con mucha felicidad creo no equivocarme al afirmar que estamos cumpliendo con dicho compromiso. La mejor muestra de esto fue el haber organizado, conjuntamente con la asociación Arbitraje Alumni, la Primera Edición del Pre MOOT Lima, evento lanzado en el marco de la XI Competencia Internacional de Arbitraje Comercial, el cual que buscó servir como preparación a todos los equipos participantes a fin de llegar con el mejor nivel posible a la competencia oficial. En esta edición del Pre MOOT Lima contamos con 7 universidades peruanas y una colombiana (Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca).
Asimismo, si bien somos una asociación independiente, formamos parte de una red internacional de VYAP’s a lo largo de Latinoamérica y Europa. A la fecha, venimos coordinando la implementación de un Blog VYAP Global en el que participarán el LVAP, el SVYAP (Santiago Very Young Arbitration Practitioners), el MXVYAP (México City Very Young Arbitration Practitioners) y el COLVYAP (Colombia Very Young Arbitration Practitioners). Asimismo, en el futuro esperamos que otros VYAP’s se sumen al proyecto. A la fecha, sé que se están organizando VYAP’s en Uruguay (liderado por Yael Ribco), en Argentina (liderado por Maria Eugenia Piacquadio, una muy buena amiga a quien conocí este año en el Arbitration Academy) y en España (liderado por Sofia Jalles de Sampaio, también una muy buena amiga a quien conocí durante mi pasantía en Dechert).
- ¿De qué otros proyectos realizados a lo largo de tu carrera te sientes orgulloso?
Otro de los proyectos de los cuales estoy sumamente orgulloso y en el cual vengo trabajando desde sus inicios es el Arbitraje Alumni. Este proyecto, que originalmente surgió como una idea de Mateo Noseda, abogado uruguayo, y Jorge Lopez Fung, ex alumno de la UPC, está dirigido a toda la comunidad de personas que actualmente participan o han participado en la Competencia Internacional de Arbitraje Internacional. La meta, permitir que la Competencia no sea únicamente una etapa más en la vida de todos los participantes y entrenadores, sino que los acompañe a lo largo de su carrera profesional.
Arbitraje Alumni busca lograr este objetivo de dos forma. La primera, desde un enfoque académico a través de alianzas estratégicas con los VYAP’s de la región (LVYAP, SVYAP, COLVYAP), buscamos organizarían eventos relacionados a los distintos temas de forma y fondo que se desarrollan todos los años en los casos para cada edición de la Competencia. La segunda, desde un enfoque social, Arbitraje Alumni busca ser un espacio para enriquecer y afianzar los lazos que todos los participantes cultivamos a lo largo de todos los meses de preparación para el concurso.
Tengo la suerte de ser, conjuntamente con Sonia Queija, Jorge Lopez Fung y Lucero García, los representantes peruanos en el Consejo Directivo del Arbitraje Alumni, el cual se estará lanzando oficialmente este viernes 28 de septiembre en medio de la celebración de la XI Competencia Internacional de Arbitraje Comercial en Bogotá, Colombia.
- ¿En qué otros proyectos estás involucrado?
Durante el Arbitration Academy de este año un amigo peruano me habló sobre IDEM, una asociación educativa sin fines de lucro cuya finalidad es llevar educación de calidad a las zonas de mayor pobreza del Perú. Para esto, su objetivo a largo plazo es ser el mejor instituto de educación superior en zonas de bajos recursos en el país.
Desde que me contó de este proyecto quedé notablemente interesado, por lo que a partir agosto de este año tengo la suerte de poder apoyarlo en la Comisión de Imagen Institucional de IDEM, la cual preside.
IDEM estará haciendo su gran debut a inicios del próximo año, por lo que animo a todos estar atentos ¡dará mucho que hablar!
- ¿Cómo influyó la educación que recibiste en la UPC en tu vida profesional?
Sin lugar a duda la interdisciplinariedad de su malla curricular ha tenido un impacto importante en mi formación. En UPC, desde inicios de la carrera nos ayudan a entender que más allá del papel, tanto las leyes como la jurisprudencia que se emiten día a día tienen un impacto directo en la vida económica de las personas, el cual debe siempre ser tenido en consideración.
Por otro lado, sin lugar a duda el staff de profesores que la universidad le ofrece a los alumnos. Y no solo por la magnífica calidad de las clases que se imparten en las aulas, sino también por las oportunidades de trabajo que representan para los alumnos. De hecho, las dos únicas prácticas que tuve durante mi vida universitaria las conseguí gracias a abogados que en su momento me impartieron clases. En el último de estos casos, Pablo Mori, quien fue mi profesor de Fundamentos de la Contratación II, me invitó a postular a Bullard Falla Ezcurra+ en 2013, oportunidad que me permitió, cinco años después, ser asociado de una de las principales firmas peruanas en arbitraje, siendo reconocida ésta en el mercado por su práctica internacional.
Finalmente, un tercer factor que definitivamente impactó en mi vida profesional ha sido todo el peso e importancia que la UPC le da a actividades académicas como las competencias de arbitraje. Como mencioné anteriormente, son estas competencias las que ayudaron a forjar mi pasión por el derecho arbitral, rama del derecho a la cual me dedico desde hace ya más de cinco años.
- ¿Cuáles consideras que son las características que debe tener un profesional que desee iniciar su vida profesional en la carrera de derecho?
Creo que principalmente una: tener una sólida formación en valores. Con escándalos como el de Lava Juez me queda claro que no sirve de nada ser una persona brillante y altamente competitiva si después de pasar por las aulas universitarias termina convirtiéndose en el siguiente Walter Rios Montalvo o Cesar Hinostroza Pariachi (y, por favor, no debe entenderse que estoy diciendo que alguno de ellos es brillante o altamente competitivo).
Agradecemos a Julio Olórtegui por compartir con nosotros su experiencia. Al igual que él, tú también puedes compartir tu pasión con la comunidad de egresados de la UPC. Escríbenos a [email protected].