Arnold Alcócer: «Hoy necesitamos que las empresas se humanicen y apoyen estas iniciativas sociales»
1. Coméntanos ¿Qué es “Felicidando”?
Felicidando es un sistema innovador que busca emprender proyectos de ayuda social mediante la captación de recursos, a través de nuestra plataforma web. Buscamos ser el nexo entre emprendimientos sociales que necesitan apoyo y los recursos para llevarlos a cabo. Trabajamos con algunos establecimientos y público en general para que con su participación puedan contribuir con la realización de las campañas de ayuda social que damos a conocer dentro de nuestro sistema. El apoyo del que hablamos se lleva a cabo mediante las compras dentro de la plataforma web o en los establecimientos afiliados, donde por cada compra el establecimiento le entregará a sus clientes una cantidad de Puntos, llamados por nosotros “sonrisas”, las cuales son unidades de dinero que se acumulan de manera gratuita e instantánea, en la cuenta del usuario tras su compra. Son estas “sonrisas” que el usuario podrá destinar a cualquier campaña que se encuentre en el sistema para llegar a monto que solicita y poder llevarse a cabo.
2. ¿Qué te inspiró a apoyar proyectos de ayuda social?
Lo que me inspiró a crear este sistema fue devolver o agradecer las oportunidades que Dios y mi familia me brindó. La oportunidad de estudiar en un colegio particular, pertenecer a una Universidad prestigiosa como la UPC, viviendo en un lugar con muchas carencias a mí alrededor. Yo viví en Chosica, en un lugar cercano a un asentamiento humano. Al crecer siempre observé cómo mi familia ayudaba a muchas personas que lo necesitaban, lo cual hizo que nazca en mí la búsqueda por generar oportunidades para las personas que no las tienen. Es ahí donde nació mi inspiración y mi instinto por ayudar.
3. ¿Cómo se originó la idea de crear “Felicidando”?
Siempre estuve involucrado con la ayuda social, conforme pasaba el tiempo, luego de solicitar donaciones, hacer diversas actividades, inversiones y demás. Me di cuenta, que mi marca como Arnold Alcocer comenzaba a decaer. La gente muchas veces no confiaba en el destino de las donaciones o de la ayuda social. Buscaba entonces, por varios años una solución ante tanta indiferencia. ¿Cómo hago para que la gente vuelva a creer en la ayuda social, deje de desconfiar y que las empresas también se beneficien? Es así que un día, harto de este egoísmo, decidí dejar mi trabajo y emprender este sistema de ayuda que genere valor para todos los involucrados y me permita devolver todas las oportunidades que me dio la vida.
Felicidando nació con el propósito de apoyar a emprender proyectos sociales sin pedir dinero a las personas, sino que ellas, haciendo sus mismas actividades pueda entregar “sonrisas” a nuestros proyectos y velar por su desarrollo. Según Philip Kotler, el marketing 3.0 busca que un producto o servicio contribuya a un cambio positivo y mejore el mundo. Es así que me di cuenta que iba por el camino correcto, pues hace más de 5 años buscamos difundir este nuevo concepto de responsabilidad social, mezclado con marketing y ventas, que estoy seguro llegará muy lejos.
4. ¿Cómo se generan ingresos a través de la plataforma?
Luego de estudiar el mercado actual, elegimos enfocarnos en 2 mecanismos. El primero es a través de la venta por nuestra plataforma E-Commerce. En la cual, tras una buena negociación con nuestros afiliados, ofrecemos servicios con ofertas y un porcentaje de esta venta, se traduce en “sonrisas”, las cuales se acumulan de manera gratuita en el usuario después de su compra, de manera similar a la acumulación de puntos en cualquier programa de fidelidad. Por ejemplo, la entrada de un niño más un adulto en Divercity cuesta un promedio de s/.75, a través de nuestra web estará s/.45. Un porcentaje de esta venta se le entrega a Divercity, lo restante se dividirá para cubrir nuestros gastos y lo demás se traducirá en sonrisas. Por otro lado, contamos con la compra a través de establecimientos afiliados. A quienes se les brinda visibilidad, asesoría y espacio en la plataforma, mientras que ellos se comprometen en brindar las “sonrisas” al cliente.
5. ¿Cuál crees que fue el mayor obstáculo que tuviste al iniciar el proyecto?
La mayor barrera es la indiferencia. Es difícil emprender un proyecto que no solo sea para ti e incluya a otras personas. Tengo varios casos de personas a quienes ayudo de manera independiente a Felicidando, por las que me he acercado a programas como Fábrica de sueños o hasta al Ministerio de la Mujer, sin resultados satisfactorios muchas veces. Es muy triste ver la indiferencia y falta de disposición para ayudar de las personas, indiferencia que es el principal problema para el progreso de iniciativas sociales. Sin embargo, mi familia confía en mí, me inculcan valores y siguen creyendo en mis proyectos, impulsándome a seguir adelante. Dejé mi trabajo por seguir este proyecto y a pesar de que existan días difíciles y barreras que limiten el poder mejorar esta cruda realidad actual, confío en que Felicidando lo logrará y que esta situación mejorará.
6. ¿Cuáles son tus objetivos a mediano y corto plazo con este proyecto?
Por el momento contamos con el apoyo de empresas como Divercity, Happyland, hoteles en Arequipa y diferentes restaurantes. Cada vez son más las microempresas que se suman a esta iniciativa y tienen disposición para ayudar. Sin embargo, a mediano plazo me gustaría contar con un Retail grande, un Cine o un Centro Comercial inscrito en nuestra plataforma, pues ellos tienen mayor visibilidad. A corto plazo busco que más comercios y personas se unan a esta iniciativa para poder cumplir nuestras campañas actuales. Tenemos campañas de valor que buscamos emprender en 2 meses como máximo. Estas son el taller de capacitación para mujeres líderes en el distrito de Santa Eulalia, con el objetivo de desarrollar un proyecto sostenible que les genere ingresos. Asimismo, contamos con la campaña de donación de 2 pelucas oncológicas para la “ONG Cabellos por la vida” y por último, la donación de una computadora para el Hogar de Gina, el cual brinda asistencia, refugio, atención y protección a menores en abandono.
Nuestro principal objetivo es contar con el apoyo de más comercios y público que se unan esta iniciativa que busca consolidar este nuevo concepto de responsabilidad social.
7. ¿Qué herramientas recibidas durante tu educación en la UPC te ayudaron a cumplir este emprendimiento?
El poder estudiar en una universidad de prestigio y con profesores que no solamente se dedicaban a enseñar, sino que trabajaban en el rubro de la materia que me enseñaban, me ayudo mucho a entender mejor la realidad del mercado. Además la competitividad en el aula, las actividades fuera de clases y también el esfuerzo propio hizo que realmente aprovechara esos años. Muchas de las personas que han apoyado alguna de las actividades que he realizado, son mis ex compañeros de clases e incluso 2 de ellos actualmente son parte de Felicidando, Lucas Aliaga Serquen y Augusto Alvarado Ramírez, que eran los primeros en aportar o decir a dónde vamos. Sin dejar de mencionar a otros ex compañeros de clase, que hasta el día de hoy siguen apoyando con ideas para que cada día Felicidando mejore.
8. ¿Qué le dirías a las empresas para que comiencen a registrarse en tu plataforma?
El día de hoy necesitamos que las empresas se humanicen y puedan apoyar estas campañas. Nuestro sistema, brinda un ahorro en costos y publicidad para estas empresas, brindándole valor y branding social. El marketing social va a mover el mundo, pues los clientes no solo quieren productos buenos, quieren productos que mejoren el mundo. La cual, es una tendencia en la que Felicidando viene trabajando. Nosotros esperamos que más personas se unan a esta iniciativa y utilicen el marketing 3.0 pues las empresas que se humanicen lograrán fidelizar mejor a sus clientes.
9. ¿Qué consejos le darías a quienes quieren empezar algún emprendimiento, pero aún no se animan?
Si está en ellos poder tomar la decisión de emprender un proyecto y asumir el costo que implique, teniendo en cuenta que emprender no es fácil, que lo hagan. Porque, si no lo hacen el día de hoy, en unos años se preguntarán: ¿Qué hubiera pasado si hubiese hecho este proyecto que tenía en mente? Les recomiendo que sigan sus sueños, porque la vida es tan corta que en un cerrar de ojos pueden pasar 2 o 3 años y no volverás a tener la oportunidad de emprender por tener de repente mayores obligaciones después. Tienes que tener el temple para poder asumir el éxito como el fracaso. Pero, el fracaso, no hay que tomarlo como tal. Muchas veces el fracaso en ese momento será el aprendizaje para el éxito del futuro.
Agradecemos a Arnold Alcocer por compartir con nosotros su increíble iniciativa y los invitamos a conocer más sobre este proyecto en su fanpage Felicidando. Al igual que él, tú también puedes compartir tu pasión con la comunidad de egresados de la UPC. Escríbenos a [email protected].