Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo
Desde el 2002, cada 21 de mayo, se celebra el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, con la finalidad de concientizar el compromiso y el apoyo a la diversidad. Esta fecha fue instituida en diciembre de 2002 por la la Asamblea de las Naciones Unidas, tras haber sido aprobada un año atrás, en el 2001, la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural.
Según la ONU, este día conmemorativo posee tres objetivos: destacar la importancia del diálogo intercultural, la diversidad y la inclusión, fortalecer el compromiso y apoyo a la diversidad en el quehacer cotidiano y, por último, combatir la polarización y los estereotipos para mejorar el entendimiento y la cooperación entre las gentes de diferentes culturas (ONU, 2002).
¿Qué es la diversidad cultural?
Según el diccionario de la RAE, diversidad hace referencia a la cantidad de varias cosas distintas; mientras que la cultura hace referencia al “conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social” (RAE, 2010). La diversidad cultural hace referencia a la multiplicidad e interacción de distintas culturas que coexisten en el mundo y que, por ende, forman, según la ONU, parte del patrimonio común de la humanidad.
Por tal motivo, nuestra diversidad cultural es la fuerza motriz del desarrollo, es una fuente de renovación de las ideas y las sociedades, la cual nos permite abrirnos a los demás y concebir nuevas formas de pensar. Esta diversidad es una oportunidad para la paz y el desarrollo sostenible; no obstante, según la ONU, tres cuartas partes de los mayores conflictos tienen una dimensión cultural.
Por ello, es importante reducir las divisiones entre culturas en aras de mostrar la diversidad como un medio para establecer relaciones más armónicas y de respeto entre los pueblos para así garantizar un espacio de paz y estabilidad para todos los ciudadanos, en aras de promover una cultura más participativa, inclusiva y democrática.
Diversidad étnica
Una de las mayores riquezas del Perú es nuestra amplia diversidad étnica. Según los resultados del último Censo, realizado en el 2017, la autoidentificación étnica de nuestra población es sumamente variada. El 25 % de peruanos se identifica como indígena, teniendo como grupo con mayor identificación propia al quechua, representando a un 22,3% de peruanos (5,1 millones de personas). Asimismo, a este le sigue el aimara, representando a un 2,4 % de miembros, es decir, a 548 mil personas.
Asimismo, cabe resaltar que cerca de 80 mil peruanos se identifican como pertenecientes a alguno de los más de 50 de pueblos indígenas que habitan en la Amazonía, siendo las de mayor autoidentificación la asháninka, con más de 55 mil peruanos; seguida del awajún, con cerca de 38 mil miembros, y la shipibo-konibo, más de 25 mil integrantes.
Por otro lado, fuera de los grupos indígenas, 828,841 personas se autoidentifica con la población afrodescendiente, representando así a un 4% de los peruanos; mientras que 1. 366,931 personas se identifican como blanco, representando a un 5.9% de la población; 22,500, como nikkei (representando a un 0.1% de peruanos); y 14,000, como tusan (también representando a un 0.1% de peruanos).
No obstante, según declaraciones de Newton Mori, líder del Centro de Culturas Indígenas del Perú (Chirapaq), si bien existen alentadores resultados en función a la autoidentificación de los peruanos, nuestra población aún esconde un posible rechazo hacia las raíces de sus antepasados y sus costumbres, producto del desarraigo, el racismo y la discriminación.
¿Por qué es importante respetar la diversidad cultural?
- Es la base para establecer relaciones armónicas y de respeto entre los pueblos que conforman un país.
- Posibilita la construcción de mecanismos y escenarios de valoración donde las diferencias étnico- culturales sean ventanas de oportunidad.
- Hace hincapié en la reflexión sobre las percepciones de bienestar por parte de los diferentes pueblos y, por lo tanto, nos hace cuestionarnos acerca del modo de adaptar nuestros modelos de desarrollo a estas vivencias.
- Brinda reconocimiento a los aportes de cada pueblo en las narrativas del país y en su propia conformación, al afirmar la dignidad de todas personas, sin importar su origen, y sus derechos humanos, conservando así su identidad cultural.
- Permite enfrentar la exclusión y la discriminación, además, promueve condiciones para una cultura de paz y convivencia fructífera.
El Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo nos brinda la oportunidad para celebrar y reflexionar acerca de los enormes beneficios de la diversidad cultural. Para ello, debemos construir una sociedad más tolerante, en aras de reafirmar nuestro compromiso de construir un enfoque social, basado en los valores del entendimiento mutuo y el diálogo intercultural. Por ello, desde la UPC, celebramos la diversidad cultural como eje central del desarrollo y la integración de nuestro país y como un estímulo para explotar al máximo nuestra creatividad.