Allillanchu: Emprendimiento de merchandising ecológico que fomenta el desarrollo de niños y mujeres vulnerables
Alessandra Sotomayor es una joven líder innata. Nacida en Lima, en noviembre de 1990, se describe a sí misma como una persona resiliente y creativa, que posee una sólida voluntad para ayudar a quienes lo necesitan. Por ello, crea Allillanchu Merchandising Solidario, una empresa social que elabora merchandising ecológico, y cuyos ingresos permiten desarrollar un programa educativo gratuito para el empoderamiento de niños y mujeres vulnerables, provenientes de orfanatos y casas de acogida.
Allillanchu fue fundado en 2017 tras la creación de una línea de ropa; no obstante, luego viraron el rubro de negocio a la producción de merchandising: “En un inicio, nuestra primera idea de negocio fue la comercialización de prendas de vestir intervenidas por artistas de bordado; sin embargo, no obtuvimos los resultados esperados. Por lo tanto, decidimos cambiar el rubro de negocio a la venta de productos ecológicos. Rápidamente, nuestros clientes empezaron a realizar pedidos de bolsas ecológicas. A la par, debido a que siempre he gustado de la serigrafía, me contacté con Joy Susano, artista del Taller Ikarus, y, tiempo después, nos donó un taller y clases en la materia, tanto para el equipo de Allillanchu como para nuestras beneficiarias. Tras ello, optamos por comercializar también bolsas de otros materiales, como papel kraft; así como polos y tazas. Fue en aquel momento en el que cambiamos completamente el rubro”, mencionó Alessandra.
A inicios de 2018, realizaron sus primeros talleres gratuitos de capacitación en temas de autoestima; mientras que en octubre del mismo año lanzaron oficialmente el Programa Educativo Gratuito para Mujeres. “Nuestra premisa siempre fue realizar un negocio que nos permita sostener el “Programa Educativo Gratuito para Mujeres”. Dicho programa nace producto de una experiencia personal frente a la violencia hacia la mujer. Con el tiempo, debido a mi trabajo, noté que muchas mujeres, especialmente en Cusco, lugar en el que vivo, no poseen los medios ni económicos, académicos, ni la ayuda psicológica necesaria para salir del círculo de violencia. Por ello, creamos este programa, con la finalidad de brindarle a mujeres cusqueñas vulnerables las herramientas necesarias para ‘salir’ de aquellas tristes situaciones y que puedan tener sus propios ingresos, a través de un emprendimiento”, comenta la fundadora de Allillanchu.
Sus ejes de acción:
Durante sus tres años de existencia, Allillanchu ha beneficiado a más 300 personas de manera directa, dado a que capacita, durante 6 meses, a mujeres vulnerables a través del programa descrito. Este se realiza una vez al año y tiene como objetivos contribuir con la construcción de un proyecto de vida y con las herramientas necesarias para iniciar un emprendimiento. Para ello, realizan talleres de tres horas cada uno sobre las siguientes temáticas:
- Empoderamiento, en el cual las mujeres realizan el plan de vida, bajo la asesoría de una psicóloga y a través de dinámicas grupales;
- Emprendimiento, en el cual se les capacita en temas básicos de contabilidad y oratoria, con la finalidad de que ellas puedan emprender;
- Proyectos, en el que se dictan talleres sobre oficios que requieren una baja inversión para iniciar un negocio desde casa -con insumos y maquinarias accesibles-, y construyen un plan de negocio;
- Prácticas, que permiten la inserción laboral de mujeres en ferias y tiendas para vender sus productos y servicios, de manera que también ganan experiencia para desarrollar su negocio.
Asimismo, Allillanchu ofrece dos años de seguimiento a las mujeres emprendedoras, durante los cuales desarrollan reuniones mensuales en las que conversan acerca de sus experiencias, tanto personales y del negocio, y celebran los cumpleaños del mes. Cabe mencionar que se les brinda apoyo en caso lo necesiten. “Una de las emprendedoras tiene su propia cafetería. Nosotras la ayudamos con el diseño de su carta. Estuvo muy contenta”, mencionó Alessandra.
Su visión a futuro:
Debido a la pandemia, Allillanchu tuvo que reinventarse y abrirse al e-commerce. También, iniciaron la venta de mascarillas de tela, las cuales, además de cumplir con las especificaciones del MINSA, cuentan con más de cien diseños, pueden durar tres años y son aptas para lavadora. Por otro lado, en estos meses han brindado ayuda, tanto económica como psicológica, a los orfanatos y casas de acogida en las que se encuentran sus becarias. Así, se ha logrado beneficiar a 265 personas.
Sus metas a futuro son, principalmente, el crecimiento económico y poder tener nuevas oportunidades de comercialización, para que, de esa manera, logren realizar dos ediciones del “Programa Educativo Gratuito para Mujeres” anuales. “Por cada millar de objetos vendidos, Allilanchu puede becar a una mujer en su programa. Cuantos más artículos se vendan, tendremos una mayor cantidad de becarias. En tres años, nos gustaría tener cuatro programas al año. Para ello, debemos posicionarnos en Cusco y Lima como una empresa comprometida a vender productos con profesionalismo e impacto social. Soy optimista y creo que lo podremos lograr”, concluye Alessandra con una sonrisa en el rostro.
Te invitamos a que sigas el progreso de Alessandra y Allillanchu en:
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Alessandra es una de las diez ganadoras de la 10ª. edición de Protagonistas del Cambio UPC 2020. Para conocer más sobre estos innovadores emprendimientos y la historia de vida de los demás ganadores, manténte atento a nuestros artículos en el FB de Protagonistas del Cambio UPC.