La formalidad en los emprendimientos sociales
Los emprendimientos sociales contribuyen con la resolución de diversas problemáticas sociales estructurales a nivel nacional. Juegan roles importantes en el desarrollo de las regiones y permiten trabajar en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Aún así, los temas de constitución legal y de sostenibilidad financiera han sido difíciles de abordar: es la realidad del ecosistema de emprendimiento social en el Perú, que se encuentra en una etapa temprana, en un país altamente informal.
Para dar contexto, las fuentes oficiales son útiles. El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) sitúa en 72.5% el promedio de informalidad en el Perú, al 2017. La contribución al PBI de este sector, que abarca todas las actividades comerciales, en mayor o menor medida, es de 18.6%. Una cifra más actual, con fuente en la Revista América Economía, da 71.1% al tercer trimestre del 2019. Esto es, en cualquier caso, que algo más de 2 de cada tres peruanos trabajan fuera del sector formal.
Esta realidad presenta dificultades serias a la hora de posicionarse en un mercado, acceder a financiamiento, expandirse al mercado internacional, acceder al crédito fiscal y, sobre todo, contratar con el Estado, el mayor empleador del país, en licitaciones públicas. Pero la historia no acaba ahí, pues no se trata solo de formalizar emprendimientos, sino de desarrollar el ecosistema y darle un estatus de legalidad que le dé identidad propia.
¿Cómo tipificamos el emprendimiento social?
Existen distintos tipos de sociedad para formar empresas. La más conocida es la Sociedad Anónima (S.A.) que, como indica su nombre, está conformada por una sociedad de accionistas cuyo número puede ser ilimitado y cuyo capital depende de los aportes de sus miembros. Una variación es la S.A. Cerrada (S.A.C.), donde se establece un máximo de accionistas que pueden participar. Otras, más pequeñas, conforman Empresas Individuales de Responsabilidad Limitada (E.I.R.L.) compuestas de un solo dueño, cuyo capital es individual y por lo tanto las responsabilidades son limitadas. Formalizarse es un trámite, cuyos pasos puedes conocer directamente gracias al Portal del Estado Peruano.
El sistema legal que aplica al ecosistema de emprendimiento social en Perú es el mismo que rige sobre las Micro y Pequeñas Empresas (MYPES). Este es un indicio de la magnitud de sus emprendimientos y de la situación actual de formalización a la que se enfrentan. De acuerdo con el Reporte sobre el Estado del Emprendimiento Social y Ambiental en el Perú (Kunan, 2019), existe una falta de regulación ad-hoc en este sector. No obstante, una iniciativa impulsada principalmente por Sistema B Perú busca que se genere una Ley de Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo (BIC), que otorgue un estatus legal específico a este tipo de empresas. Un sistema similar ya existe en Colombia.
¿Cómo integramos el ecosistema peruano?
A los retos en el financiamiento ligados al sector -existen fondos, premios, financiamientos y una red de organizaciones de soporte, pero no inversión per se- y a un mercado poco desarrollado, se suma el de la integración. Según Javier García Blásquez, Coordinador de Protagonistas del Cambio, este programa nació con el propósito de desarrollar el ecosistema a partir de iniciativas que empezaban a moverse de un modelo de ONG y voluntariado hacia uno que buscaba impactos y sostenibilidad.
Sobre esta premisa, la Ruta Protagonistas del Cambio se creó a partir de la observación de que gran parte de la discusión sobre innovación social estaba en Lima. Era necesario no sólo desarrollar los ecosistemas regionales -ahí donde se encuentran los mayores problemas sociales- sino integrarlos entre sí y apalancar sus esfuerzos para darles mayor relevancia.
Han pasado 10 años desde que inició esta aventura. Hoy discutimos el estatus legal de emprendimientos que no existían poco tiempo atrás. Para más discusiones y artículos relevantes sobre el emprendimiento social peruano, no olvides visitar nuestra página de Facebook y explorar los #LunesDeEmprendimientoSocial. ¡Hasta la próxima!