Antes de emprender, encuentra tu cepillo de dientes
¿Cuántas veces al día te cepillas los dientes? Si seguimos las costumbres que nos enseñaron desde niños, te cepillas 3 veces al día. Esto quiere decir que usas tu pasta dental, también, 3 veces al día. Que usas tu hilo dental, también, 3 veces al día y, evidentemente, usas tu cepillo de dientes 3 veces al día. Hasta ahora vemos tres productos que usas a diario y con gran frecuencia, quizás, de por vida. Suena como un negocio redondo para la industria dental, ¿no? El uso de dichos productos son parte de nuestro día a día.
Así como sucede en el ejemplo brindado, lo mismo sucede en todo tipo de emprendimientos, pues lo ideal es desarrollar productos o servicios que sean parte de una rutina; ya que es aquí donde está el éxito. ¿Complicado? No, si estamos atentos a los problemas más simples de la vida cotidiana.
¿Alguna vez te has preguntado cuál es la frecuencia de uso de tu producto? ¿Se usa a diario? ¿Semanal? ¿Mensual? Si es mensual ¿cuántas veces al mes, como mínimo, se podría usar? Y esa frecuencia de uso ¿me permitirá obtener las ganancias proyectadas y aprender lo suficiente? Ya sea un producto digital o un producto físico, hacerte estas preguntas son válidas para entender lo rápido o lento que nuestro emprendimiento podría encontrar los primeros indicios del Product Market Fit (PMF).
Ahora bien, ¿por qué es importante la frecuencia de uso? En primer lugar, porque, al haber una mayor interacción con tu público, vas a obtener más rápido el feedback que te permitirá mejorar tu producto e iterarlo constantemente. (Haz lo simple, aprende rápido y aplica Lean Startup). En segundo lugar, por la posibilidad de desplegar estrategias de retención y “recompra” que te permitan disminuir el Costo de Adquisición de Clientes (CAC), pues retener a un cliente habitual es más barato que adquirir uno nuevo. Y, en tercer lugar, porque podrás entender cómo tu propuesta de valor satisface una necesidad y cuál es su respectiva frecuencia, es decir; qué tanto tu propuesta de valor es parte de una rutina y qué tan indispensable se hace esta en el día a día de tu cliente.
Siempre será importante, como emprendedores, desarrollar productos o servicios que tengan una alta frecuencia de uso. Debemos ser astutos, observar e identificar oportunidades que nos ayuden a encontrar nuestro cepillo de dientes. De esta manera no solo tendrás un mayor potencial de generar ventas recurrentes, sino también el potencial de generar retroalimentación que te brinde la “data” suficiente que te permita innovar, ya sea en el producto, empaque, distribución, canales, entre otros. Mientras tu producto o servicio tenga más contacto con tu cliente, más oportunidades de innovar tendrás.