¿Qué es la agilidad organizacional y cómo implementarla?
La agilidad organizacional se define como la capacidad de una empresa para adaptarse rápidamente a los cambios del mercado, manteniendo una velocidad de respuesta que le permita no solo sobrevivir, sino también ser más competitiva. Así lo sostuvo Irán Vargas Ballón, Corporate Agility Leader de Credicorp, durante su participación en la charla magistral «Agilidad Organizacional: El nuevo mindset del liderazgo», que se realizó el pasado 26 de agosto en exclusiva para la comunidad Alumni UPC.
Durante su presentación, Vargas Ballón explicó que la pandemia del COVID-19 fue un catalizador de la transformación digital, pero también provocó uno de los retrocesos económicos más graves en la historia moderna del Perú. No solo causó la pérdida de millones de empleos, sino también la extinción de más de medio millón de empresas formales que no supieron adaptarse a tiempo o que carecían de los recursos necesarios para hacerlo en ese momento.
En este contexto, el concepto de «agilidad» adquirió una relevancia sin precedentes, entendiéndose como un atributo esencial para la supervivencia y el crecimiento en el entorno empresarial moderno.
Agilidad organizacional: Un programa de transformación integral
Para las empresas que desean adoptar la agilidad organizacional, Vargas Ballón presentó un enfoque integral que abarca tres pilares fundamentales: la transformación cultural, la transformación en agilidad empresarial y la transformación digital. «Pero debemos tener claro que no se trata solo de adoptar nuevas tecnologías, sino de cambiar la mentalidad y los principios culturales de la organización para alinearse con las nuevas estrategias del negocio», enfatizó.
Según el especialista, este programa de transformación debe abordarse desde cinco dimensiones esenciales:
- Estrategia: El mercado actual no será el mismo dentro de un año. Por tanto, es fundamental introducir modelos de gestión adaptativos que permitan a la empresa responder eficazmente a un mercado en constante cambio. Esto incluye también la implementación de nuevos modelos de gobierno.
- Estructura: Crear estructuras organizacionales autónomas y flexibles, donde la integración entre TI y negocio sea fluida, permitiendo roles más dinámicos y flexibles.
- Procesos: Adoptar marcos de trabajo ágiles que se basen en indicadores de rendimiento claros, facilitando una gestión más eficiente y adaptable.
- Personas: Desarrollar tanto a líderes como a colaboradores, potenciando los perfiles digitales necesarios para incrementar la productividad y fomentar un entorno de trabajo colaborativo y dinámico.
- Habilidades: Promover la evolución de capacidades clave para la organización, incorporando roles estratégicos y modelos de gobierno con un enfoque MindTech o Techmindfulness.
Cada una de estas dimensiones está diseñada para fortalecer la capacidad de adaptabilidad de la organización, un medio fundamental para mejorar la productividad y asegurar el éxito a largo plazo.
Razones para transformarse: Un imperativo estratégico
Vargas Ballón concluyó su presentación destacando que, para implementar la agilidad organizacional, las empresas deben tener claro por qué desean transformarse. Existen tres razones principales: prevención, para anticiparse a los cambios del mercado; ambición, para mejorar la productividad y rentabilidad; y convicción, para poner al cliente en el centro de todas las decisiones. «No hagas nada si no tienes claro por qué lo haces», advirtió el ponente, subrayando la importancia de un enfoque estratégico claro.
La charla permitió a la comunidad Alumni UPC adquirir herramientas prácticas y una comprensión profunda de cómo la agilidad organizacional puede ser el motor que impulse a las empresas hacia un futuro más resiliente y exitoso en un entorno de negocios cada vez más desafiante.