Estudiante EPG crea empresa que transforma plásticos en combustibles
Joel Grados Calderón, ingeniero de profesión y estudiante de la Maestría en Gestión Ambiental y Sostenibilidad de la Escuela de Postgrado UPC, presenta PlastiFuel, empresa que promueve la economía circular, convirtiendo los residuos plásticos en combustibles para industrias relacionadas con transporte y energía.
¿Cómo surgió tu interés en formar una empresa que contribuya con el medioambiente?
En pregrado me especialicé en medioambiente y comprendí el daño que hace el plástico en nuestros organismos, porque de una u otra forma lo consumimos, por ejemplo, a través de los microplásticos que traen los peces. Y nuestras políticas nacionales no son lo suficientemente estrictas para cambiar la historia del plástico en nuestro país. La Ley N° 30884, que regula el consumo de bienes de plástico de un solo uso, estima alcanzar una reducción del 30% en el consumo de plástico innecesario, pero de todos modos arrastramos el 70% restante.
¿Cómo se realiza el proceso?
Podemos usar cualquier tipo de plástico. Hacemos que el material vuelva a la materia prima de la que vino, porque el plástico es petróleo. De una tonelada de plástico obtenemos 126 galones de gasolina de alto octanaje, casi 74 de diésel y 32 galones de queroseno o combustible de avión. Nuestra gasolina es de 95 a 102 octanos, porque siempre hay variaciones, de acuerdo con el tipo de plástico. Y se puede utilizar en vehículos, como también el diésel.
Estos combustibles, a diferencia de los de origen fósil, no contienen azufre, la huella de carbono es menor y la huella hídrica es baja. Asimismo, nuestro proceso cuenta con un circuito cerrado para el sistema de enfriamiento, lo cual permite tener una baja huella hídrica en los procesos de transformación. La fábrica es carbono neutral porque emite CO2, pero es balanceado porque todo es reciclado.
¿Cómo funciona el modelo de negocio?
Compramos a recicladores y nuestros principales clientes son los empresarios del Parque Industrial de Ventanilla, donde se ubicará nuestra fábrica. Ya hicimos los pilotos; solo nos falta habilitar la zona para armar la planta. Mi máxima capacidad serían 8 toneladas de plástico a la semana y una tonelada de plástico cuesta entre 2000 y 2200 soles. Al haber diseñado yo mismo la ingeniería, he ahorrado muchísimo.
¿Cuáles son las proyecciones de PlastiFuel?
Abrir fábricas similares en Arequipa y Trujillo a fines del 2023 y 2024, respectivamente. Dentro de cinco años planeamos formalizar a nuestros principales stakeholders, los recicladores. La actual legislación no les da incentivos económicos para hacerlo. Nosotros tenemos un programa para ayudarlos a formalizarse, pero se cuestionan la utilidad, porque implica pagar impuestos. Felizmente, el Estado ya tiene la hoja de ruta hacia una economía circular en el sector industrial, pero aún está en camino a gestionarse.
¿Cómo se involucran con la comunidad?
Tenemos un programa llamado “Cambiando mentes” que enseña a los niños, padres y maestros de la zona sobre modelos medioambientales y cómo reciclar. Queremos comprarles el plástico que desechan y también pensamos asociarnos con las comunidades, colegios, conjuntos habitacionales, etc.
¿Por qué te interesó la Maestría en Gestión Ambiental y Sostenibilidad?
Por su enfoque de sostenibilidad, los cursos de negocios y de finanzas sostenibles fueron sumamente importantes para mi proyecto. En mi negocio apliqué lo aprendido en la maestría: economía circular, analizar las cinco fuerzas de Porter y cómo generar valor compartido. Con esos conocimientos he tenido un enfoque más claro respecto a la sostenibilidad en la compañía.