Oportunidades y plataformas para los emprendedores sociales
El ecosistema de emprendimiento social en Perú continúa desarrollándose desde hace al menos diez años. Durante todo este tiempo, han aparecido distintos actores que han creado oportunidades para que cada vez más personas decidan tomar este camino. Algunas plataformas, como Kunan y Sistema B están entre las más grandes. Estas son algunas de ellas.
Las universidades
Las primeras oportunidades para los emprendedores están en las conexiones y relaciones que hacen en su etapa universitaria. Un estudio de 2018, llevado a cabo por investigadores de la USMP, encontró que de los 6,000 alumnos de las carreras de administración y afines, entrevistados en 24 universidades, el 63% afirma tener intenciones de emprender socialmente. De estos, un 18% ha participado en algún emprendimiento social.
La realidad es que, a la fecha, pocas universidades ofrecen el soporte institucional adecuado -que se traduce en entrenamiento práctico, asesoría especializada y redes de contacto-, más allá de algunos cursos, ferias o actividades. Sin embargo, la tendencia observa un interés creciente en estos temas.
A nivel empresarial
Si bien no es una plataforma que da impulso a quien recién inicia, Sistema B es un actor a tomar en cuenta a la hora de crear un ecosistema sano de emprendimiento social. Esta organización “promueve la idea de re-entender el sentido del éxito para no interpretar las empresas exitosas como aquellas que son más rentables, sino aquellas que generan realmente un bienestar para la sociedad y el planeta”.
Sistema B Perú es responsable de impulsar la Ley de Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo (BIC), legislación que ya se ha implementado en Colombia y en Argentina. Son esfuerzos como este los que generan las oportunidades para quienes emprenden y generan los ecosistemas.
Plataformas institucionales
En el lado institucional, las oportunidades se encuentran dirigidas al emprendimiento en general, lo que no quita que exista una tendencia hacia los proyectos con contenido social. Por el momento, el Estado peruano no realiza necesariamente diferencias entre los tipos de emprendimientos. De este modo, existen iniciativas a nivel de los ministerios que vale la pena resaltar.
Por ejemplo, cabe destacar el trabajo del programa Startup Perú del Ministerio de la Producción, que desde 2012 viene incentivando a los peruanos a presentar sus proyectos y obtener financiamiento y estímulos. Startup Perú es parte del programa Innóvate Perú, que también ofrece varios concursos dirigidos no solo a iniciar empresas, sino a generar impactos positivos a través de ellas.
A nivel internacional
La actividad emprendedora social también es reconocida por los organismos internacionales. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) realizaron un estudio cuyo objetivo principal es “identificar mecanismos existentes e innovadores y hacerlos visibles para formuladores de políticas de promoción del emprendimiento y la innovación social juvenil en la región”. El componente social es un factor cada vez más importante del desarrollo, tanto sostenido como sostenible.
En este documento, resaltan el trabajo de Kunan en Perú, pero también el de Socialab, plataforma que ha venido impulsando competencias para apoyar a las Startups latinoamericanas (incluído el Perú) “enfocados en resolver problemas sociales o ambientales, a través de modelos de negocio B2B sostenibles en los que la tecnología tenga un rol protagónico”. Socialab funciona a nivel América Latina, pero no es la única: otras iniciativas regionales, más pequeñas y localizadas tienen programas similares, por ejemplo, en la región caribeña.
Es la suma de todos estos actores la que permite que los distintos ecosistemas se multipliquen, desarrollando las oportunidades y plataformas que los emprendedores sociales necesitan. Para más discusiones y artículos relevantes sobre el emprendimiento social peruano, no olvides visitar nuestra página de Facebook y explorar los #LunesDeEmprendimientoSocial. ¡Hasta la próxima