Testimonio: Alumna egresada de Medicina UPC
Como parte del compromiso de seguir cerca a los alumnos egresados de la carrera de Medicina, hoy presentamos un testimonio de una exalumna, Alessandra Cassana, para que nos cuente su experiencia como alumna y el futuro próspero que está viviendo como egresada.
Aquí unas líneas de su testimonio:
“Mi nombre es Alessandra Cassana, tengo 24 años y soy médico-cirujano egresada de la promoción 2014 de la Escuela de Medicina de la UPC. Actualmente, me desempeño como médico serumista en el Policlínico Naval de Ancón, perteneciente a la Base Naval de Infantería de la Marina de Guerra del Perú; asimismo, soy docente de la UPC y asisto en el curso de Cirugía y de Internado Médico.
El motivo de este testimonio es contarles un poco acerca del orgullo que es para mí ser exalumna de la UPC, mi alma máter que me vio crecer desde los 16 años y que me ha formado con las mejores herramientas y metodologías, llegando a desarrollar la gran profesional que soy ahora. Cuando decidí estudiar Medicina, la única universidad a la que me presenté fue a la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas; si bien en aquella época recién había una sola promoción que estaba empezando la carrera en la universidad.
El motivo de esta elección lo remonto a la frase célebre “el que no arriesga, no gana”, riesgo que decidí tomar, ya que, la propuesta de enseñanza era realmente innovadora: desde los primeros años había contacto con los pacientes en distintas clínicas y hospitales, la compleja línea de investigación, el aprendizaje basado en problemas como metodología de enseñanza activa y la posibilidad de hacer una rotación externa en sexto año en el país en que quisieras. Cabe mencionar, que dentro de todas estas ventajas educativas, una de las que más me llamó la atención y que, de hecho, fue recurso fundamental de mi aprendizaje, fue el Centro de Simulación de la UPC, un lugar idéntico a un hospital, con salas de examinación y consultorios en que contamos con robots que son pacientes que hablan, pestañean, respiran, tienen latidos cardiacos, se mueven. Este constituyó una experiencia única que me permitió practicar antes de ir al hospital los distintos procedimientos invasivos y escenarios controlados de patologías, bajo un escenario de acierto-error que nos permitía aprender de nuestras equivocaciones y corregirlas; de manera que al llegar la práctica hospitalaria tenía muchas más destrezas, conocimiento y confianza en el momento de llevar a cabo procesos con los verdaderos pacientes.
La calidad de enseñanza que recibí durante esos 7 años iba de la mano con la excelente plana docente que nos acompañó durante el largo y sacrificado camino que supone la Medicina, herramienta muy valiosa ya que siempre estuve acompañada de mentores que el día de hoy son mis maestros. En este ambiente, es que me criaron, con principios y valores fundados que buscan que el médico UPC respete y brinde una atención de calidad a los pacientes, pues, me enseñaron que ellos son nuestra razón de existir, de progresar en el estudio y de querer ser mejores cada día.
Y esto se vio reflejado en la rotación externa que desarrollé en mi sexto año de carrera, tuve la oportunidad de rotar durante dos meses en Cirugía, en Santiago de Chile, una experiencia maravillosa e inolvidable que me permitió tener una visión mucho más integral de la Medicina. El compartir conocimientos con alumnos extranjeros y hacerlo también en los distintos congresos nacionales e internacionales a los que pude acudir a través de los cursos de investigación constituyó una práctica muy enriquecedora. Cabe mencionar que muchos de los trabajos de investigación que desarrollé como alumna los he podido publicar en revistas científicas internacionales y, con ello, contribuir al desarrollo de la ciencia.
Pensar que empecé a estudiar Medicina con la idea de cambiar el mundo y darme cuenta, ahora, que de una manera u otra lo estoy haciendo verdaderamente me emociona y me hace dar las gracias tanto a mis padres, por el esfuerzo que hicieron por darme una educación de calidad, como a mis maestros y amigos que me ayudaron a hacer este sueño realidad. Siempre que me preguntan si estoy satisfecha de haber elegido a la UPC, respondo con sinceridad que mi universidad me ayudó a ser quien soy el día de hoy, me permitió explorar y explotar al máximo mis talentos y si pudiera retroceder el tiempo, haría todo exactamente igual.”